Un poco de ejercicio -Libre-

Un día después de la llegada a la academia Loboeuf, Louise investiga los alrededores de la academia, encontrando así: las aulas secundarias, el aula de profesores, el consejo estudiantil y la zona deportiva.

Al principio tenía la firme idea de entrar al salón de artes, pero con el calor que hacía ese día, decidió mejor ir a la piscina, esperando que estuviera abierta.

La piscina sí lo estaba, pero también estaba completamente sola. Acostumbrada a momentos así, pues había estudiado en casa hasta llegar a la academia Loboeuf, no le tomó importancia. Dejó su ropa de cambio en una taquilla y se encaminó hacia la piscina.

Acomodó su toalla cerca, para no tener que caminar tanto para tomarla al salir, pero lo suficientemente lejos para que no se mojara al salpicar el agua, dejó también las sandalias que llevaba, y llevando consigo unos googles, entró de un salto a la piscina, tratando de evitar arrepentirse si estaba muy fría: y lo estaba.

Hacía mucho calor, sí, pero aun así, el cambio de temperatura había sido extremo. Ignorando el impulso de salir y envolverse con su toalla, comenzó a nadar de crol. Por experiencia sabía que en cuanto empezara a realizar éstos ejercicios, el frío desaparecería.

En realidad es muy difícil entender por qué esta chiquilla se empeña en estar cerca del agua, aún sabiendo lo peligroso que puede resultarle. Pero eso es algo que nunca se le quitará, su terquedad.

Caminó lentamente por los pasillos de la academia, curioseando aquí y allá, cada cosita que veía. Intentando no olvidar su objetivo principal, llegar hasta la piscina. Ya le quedaría tiempo para conocer más afondo la academia, por ahora, debía centrarse en llegar a un lugar donde se sintiera cómoda... y ¡oh, sorpresa! el único que se le ha ocurrido es justamente ese. Al notar que se encontraba cerca, comenzó a dar pequeños saltos, contando sus pasos para entretenerse.

No tardó mucho en llegar a la piscina, escuchó el sonido de cuando alguien se zambulle en su interior, y paff, inmediatamente regresó a la realidad, al darse cuenta de que no estaba sola. Levantó la vista, buscando a ese alguien, pero no lo encontró. Se acercó un poco más a la piscina, hasta pararse en la orilla y fijó la mirada en el agua, sin decir palabra, esperando a que esa otra persona se percatara de su presencia.

Nadó hasta llegar al otro lado, deteniéndose para descansar, la piscina era muy larga, y quería observar todo el camino que ya llevaba. Al mirar la orilla por donde venía observó que alguien estaba ahí, quieto.

Eso le pareció curioso, pues no había nadie más, por lo que, o le había molestado encontrar a alguien ahí y esperaba que me saliera, o simplemente le gustaba observar... Regresó nadando de la misma manera que antes hasta llegar donde estaba la otra persona.

-¿Hola?- Saludó quedándose abajo, sin embargo aun sin saludarla con emoción o algo parecido- ¿No vas a entrar a nadar?- Preguntó sonriendo un poco.

Cerró los ojos durante un rato, y en ese lapso de tiempo, que para ella fueron tan solo unos segundos, la persona que se encontraba dentro de la piscina, regresó a la orilla. O al menos, eso supuso Lina, pues una voz femenina la saludó, iba a responder el saludo, pero una pregunta la detuvo. ¿Entrar al agua? Tragó saliva, le encantaría hacerlo... pero le daba un poco de miedo. Movió la cabeza de un lado a otro con lentitud, negando.

- Hola. - Respondió, tras levantar uno de sus párpados, en la piscina se encontraba una muchacha de cabellera rubia, le sonrió amigablemente e inclinándose un poco a modo de reverencia, se "presentó": - Nadieyja, un gusto... supongo. - Levantó su mano, como cuando el profesor toma lista y dices presente.

Sonrió ante las acciones extravagantes de la chica, que parecía tan diferente a la chica con la que compartia dormitorio.

-¿Por qué no vas a entrar a la piscina? Se supone que vienes a eso aquí...-Comentó mirándola con suspicacia- ¿No sabes nadar?-Preguntó tranquilamente-. Si es eso, no te preocupes... Todo estará bien, aunque entre no tendrías por qué nadar... ¡Sólo siente el agua contra tu piel!-Exclamó divertida, soltando un golpe hacía el agua, salpicando un poco.

Tema cerrado por solicitud de Louise Delacroix.
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